A Juana la casaron con 16 años con Felipe El Hermoso, que según los retratos de la época, no lo era.
Desde el primer día en la corte tuvo numerosas amantes, por lo que Juana, evidentemente, se enfadaba.
No se la respetaba ni como mujer, ni como esposa, ni como reina, y por eso la llamaban loca.
Cuando su murió su esposo, Juana reivindicó el trono de Reina de Castilla, pero su propio padre no quería
que reinara y decidió encerrarla.
Juana era una mujer culta, que hablaba latín y escribía poesía, pero pasó a la historia como Juana La Loca.
Así que, la próxima vez que te llamen loca, piensa que loca es lo primero que se le dice a una mujer
cuando la quieren silenciar.
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